29 de octubre de 2009

Pactos de amor


Los rugidos de feroces agonías

han partido las estrellas

y se ahogan en grises nubarrones

que circundan sin desvelo el cielo abatido.

Las penumbras avanzan sin tregua

sobre las tenues luces de la calle,

mientras en los hogares

el silencio desahoga toda pena.

En una casa antigua de una esquina,

en una habitación envuelta en el tiempo

dos hermosas almas se acompañan

entre fantasías y sueños de antaño.

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